Emilio se ha instalado en la vida de Emilia, su nieta, no como un fantasma mas bien como un compañero perenne en su memoria. La exquisita vida de Emilio es lo que nos cuenta esta historia extraordinaria, Emilio es aquel a quien ya no podemos hablarle por teléfono, quien duerme con el traje puesto para esperar la muerte.
Este libro me encanta, y si, rebasó mis expectativas como la primera novela publicada de una joven escritora. Es fascinante terminar el libro y sentirte partícipe de ese vínculo con Emilio y Emilia. Este grado de involucramiento solo lo logran plumas maestras. Me hizo reír y me hizo llorar, me deja triste y me da consuelo. Creo que a partir de ahora le tomaré prestada a Emilio una de sus tantas raras costumbres: irme a dormir vestida por si la ocasión de la muerte llama. Y es tan metafórico este asunto, porque vestirte puede significar que cada día dejes tus asuntos concluidos, las llamadas necesarias, los te quiero libres.
