Segundo hecho: Justo como reza la portada, es el Hemingway de la narrativa informática.
Tercer hecho: Usé toda mi fuerza de voluntad para terminarlo. Tiene un estilo de narrativa sorprendentemente descriptivo, no es un libro de aventuras. Cada párrafo está densamente confeccionado de pequeños detalles, nano historias: la historia de la piedra en que se recargó la muchacha, los diferentes tipos de sierra que el joven militar usó cuando estudiaba la secundaria, y así.
Cuarto hecho: Humor negro exquisito que aparece en los momentos inesperados, esto te emociona y vuelves a creer que todo se pondrá mejor para luego volver a arrastrarnos como caracoles cruzando una calle.
Dejé muchas esquinas dobladas para regresar sobre ellas, al final me acostumbré a todos los detalles no solicitados, a esa escritura espesa y casi carente de diálogos porque el diálogo es con el lector.