Harry es un niño cuyos padres han sido asesinados y además eran magos, por lo que tiene que ir a vivir con unos familiares temerosos de sus posibilidades, y es super interesante relacionar que ese temor se refleja en una actitud envidiosa y mezquina contra Harry.
Harry no es brillante y dedicado como Hermione, no es sagaz como Malfoy, de hecho Harry toda su vida ha sido un niño sumiso y en este proceso de ingresar a Hodwarts, de conocer su identidad, su pasado, esto es lo que le permite construirse a si mismo, y entonces Harry se hace valiente, persistente y arrojado, esto esta lleno de filosofía, de historia, de compasión.
A mi me ha conmovido mucho leer este libro, lo había intentado ya hace años y si bien reconocí en las primeras tres páginas a las que llegué que tenía un estilo muy fluido, no me atrapó, regresé porque vi una película sobre la vida de Rowling, y mientras esta segunda vez lo leí, iba imaginando los momentos de Rowling en que ciertos párrafos pudieran haber sido escritos. Este libro introduce al mágico mundo, tiene muchos personajes esperando contar su propia historia ya que en realidad la piedra filosofal es una actriz de reparto
Harry no es brillante y dedicado como Hermione, no es sagaz como Malfoy, de hecho Harry toda su vida ha sido un niño sumiso y en este proceso de ingresar a Hodwarts, de conocer su identidad, su pasado, esto es lo que le permite construirse a si mismo, y entonces Harry se hace valiente, persistente y arrojado, esto esta lleno de filosofía, de historia, de compasión.
"...Vamos, sírvete un pastel -dijo Harry, que nunca había tenido nada que compartir o, en realidad, nadie con quien compartir nada..."