Esta historia en verdad que mezcla con suma paciencia y cuidado las leyendas del mundo, en especial el Vudú, al menos en esta primera entrega nos introduce en esa perspectiva de religión.
La narración es dirigida por dos personajes: Elisse como protagonista y un ser mágico como observador. Las narraciones de Elisse son abrumadoras en cuanto a expresar todo su miedo, sus anhelos, sus frustraciones, las pérdidas, lo que lo hace feliz, es inacabable y también desesperante. Y cuando le toca el turno al ser mágico, su perspectiva nos permite conocer al resto de los personajes.
La primera parte es muy suave, y uno hasta se pregunta cuanto mas deberemos escuchar el monológo de este jovencito sin dirección, y es hacia la mitad del libro que se nos presenta la dificultad a resolver terminando en un agitado y super emocionante final.
Esta es una obra genial, y encuentro fabuloso este nuevo mundo que nos regala Mariana Palova.