Después de leer De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami


Cuando en mi propia ruta descubrí a Murakami, quise leer todo lo escrito por él, de manera que cada libro nuevo que veía tenía invariablemente que ser mío, este libro en especial me entusiasmó mucho su título como aficionada que también soy a correr. Quizás tendrá por lo menos cinco años que lo compré si no es que mas, no podría ser mas específica ya que en verdad no recuerdo en que año fue, si recuerdo bien que de inmediato comencé su lectura la cual me desencantó en ese específico periodo de mi vida, así que preferí solo guardarlo sin terminar.

El reto Pop Sugar 2018 me hizo sacudirle el polvo para que fuese el representante de la categoría 19: Un libro relacionado con un deporte. Y ahí vamos de nuevo. Lo que aquí cuenta Murakami son selectas crónicas de sus entrenamientos, sus ideas sobre lo que es correr, prepararse para correr, los retos que ha afrontado. Como siempre tiene una prosa maravillosa, tomar el libro es una cita en el café con este corredor y que te cuente en lenguaje natural todas sus andanzas tanto en el running como en esa vida de escritor.

Si, si es un libro fantástico, no es para atiborrarse ni saturarse de palabras barrocas (referente al Barroco, es decir con muchos detalles), y entonces, porque lo abandoné en el primer intento: no estaba lista para él, en ese tiempo yo era por lo menos cinco años mas joven y tenía tanto ímpetu y energía desbordante para todo lo que emprendía, de manera que no podía identificarme con él y solo me asustaba y entristecía.

Y es que este libro, es una autobiografía brevísima escrita por Murakami alrededor de sus 55 años y escribe con la nostalgia propia del envejecer, que es a lo que él llama: la última fase de su evolución. Por esta razón yo no toleré leerlo siendo mas joven, porque no es algo en lo que piensas ni quieres hacer cuando tienes 30, al menos yo no. Pero ahora, inscrita ya en otra década, mis reflexiones van aproximándose a lo que describe Murakami en este libro.



"...Una tras otra, todas las partes de mi cuerpo empezaron a dolerme... todas y cada una de las partes de mi cuerpo se alzaron y se quejaron en voz alta. Gritaron, se lamentaron, denunciaron su angustiosa situación y me amonestaron..." Murakami Haruki