Después de leer Andanzas y Malandanzas, de Alberto Rivas Bonilla


Escrito en 1936 por el salvadoreño Alberto Rivas Bonilla este libro es único en su género. Yo ya no sabía si seguir riendo o llorar con las aventuras del protagonista Nerón, un perro flaco, sarnoso y con alto sentido de la honorabilidad, el cual para poder comer tiene que soñar.

La narración no tiene equivalente, la forma de construir alegorías es asombrosa. Retrata magistralmente ciertos pormenores de una realidad rural poco conocida, mediante el acercamiento a los costumbres, modismos, a los objetos cotidianos y de mas valor, usando como vehículo a Nerón y a su amo Toribio.

Toribio es un índigena que vive con su familia en una comunidad apartada; viven rústicamente y a base de tortillas. A Toribio un día mientras regresaba a su casa, se le pega un "chucho" al que bautizan como Nerón. Este simpático perro tiene una curiosidad e inquietud que lo lleva continuamente a desventuradas situaciones. Es a través de una narrador cándido que nos llegan estas crónicas llenas de humor y simbolismos. 

Llegué a este libro gracias al reto Pop Sugar 2018, en la categoría: Un libro con una aliteración en el título, que no fue fácil de encontrar, y en verdad que agradezco este reto.