Después de leer Warcross, de Marie Lu


Todo aquí es vertiginoso y multicolor, esa es mi sensación cada vez que vuelvo a las páginas de esta lectura. Muy bien escrito, plasma legiblemente todos esos escenarios que son el sueño de un videojugador. Emika es la protagonista de la persecución hacia el hacker Zero, quién intenta sabotear Warcross, el juego del mundo, creado por Hideo, un joven genio, apuesto y tímido millonario.

Emika es una chica sola que sabe que es inteligente y tiene mucho potencial, pero que en vez de estar en la escuela explotando sus capacidades debe estar en la calle intentando trabajitos para conseguir la renta y la comida. Es así que cuando inicia la temporada de torneos de Warcross y ve una oportunidad de hackear el sistema para conseguir el dinero de la renta, no duda en darle clic al botón. El caso es que ahora la renta pasa a ser un problema trivial comparada con la demanda que la espera por haber hackeado en vivo el evento, pero como todos los problemas en realidad son nuevas oportunidades.

De este evento conoce a Hideo, quien es el creador del juego, una persona completamente reservada y que mejor que darle este papel a un japonés. Hideo también esta solo, aunque sus padres aun viven pero están apartados, también tiene un solo amigo, por lo que su mundo se centra en cuidar y mejorar Warcross, de manera que cuando detecta que alguien esta hackeandolo en serio y no como un acto de fanfarronería, contrata a Emika para rastrearlo. 

De manera que Emika debe ingresar al torneo de Warcross para poder espiar y detectar los comportamientos inusuales de sus jugadores, parte de esto es que forme parte de un equipo, algo nuevo para ella quien ha trabajado sola y debe aprender a recibir órdenes, a trabajar en conjunto y a pedir ayuda.

Aquí se pone en foco en las niñas gamers, las que también montan una patineta, las que se pintan el pelo de colores, las que ejercen libremente su sexualidad y se hacen un tatuaje, esta obra sin tener expectativas de trastocar alguna realidad, nos deja la visión de una heroína.



La belleza puede hacer que la gente perdone miles de crueldades.